Digital Logos Edition
La vida del pastor está llena de distracciones, cuestiones de administración, programas y actividades de la iglesia, que le pueden desviar de sus responsabilidades prioritarias. En este sencillo pero tremendo libro, el Pastor Still nos recuerda de su papel principal—apacentar las ovejas por el ministerio de la Palabra y la oración.
“Para ser pastores genuinos, toda nuestra vida la tenemos que invertir en conocer la verdad de esta Palabra, no tan solo verbal, proposicional o teológicamente, sino religiosamente; es decir, devocional y moralmente, a fin de adorar a Aquel que se revela en ella, y obedecer personalmente a Aquel cuyos mandamientos ella contiene en toda la gracia prometida y advertida de dichos mandamientos. Para ser pastores, tenemos que ser ‘hombres alimentados’ no tan solo de conocimiento, sino en sabiduría, gracia, humildad, valentía, temor de Dios, y sin temor a los hombres.” (Pages 23–24)
“Para ser pastor de ovejas que las alimenta con la Palabra, tiene que ser alimentado también con la misma.” (Page 22)
“‘Yo nunca predico ahora sin confiar que algo se hará, que durará para la eternidad’” (Page 4)
“Y si el Espíritu Santo no se encuentra en nuestros corazones, en nuestras vidas y en toda nuestra enseñanza de la Palabra de Dios (y no estará en nuestra enseñanza si nuestros caracteres no están siendo moldeados conforme al patrón moral y espiritual de la Palabra), más vale no abrir nuestras bocas. Porque no hay nada tan aburrido, estancado, desagradable al paladar y sin provecho como cosas santas vendidas en la ausencia del Espíritu. Esta es una de las artimañas más sutiles del diablo: hacer que la Palabra de Dios sea entregada por pastores flojos, moribundos, y cansados, que sienten que la predicación sea la parte más gravosa de su trabajo, pues no pueden fingir que no sea así.” (Pages 25–26)
“Se requiere un hombre valioso en estas circunstancias, que predique toda la Palabra de Dios sin temor ni favor, sin que le importe quién salga lastimado, ya sea él mismo, sus seres queridos, sus amigos o enemigos.” (Page 29)
Una vez empezando, yo no podía dejar la lectura de este breve pero poderoso librito. Pues, tiene un tema principal: apacentar las ovejas con la Palabra de Dios. Si se requiere más ánimo para cumplir esta tarea, o una visión renovada para hacerlo, entonces se debe leer este libro y tener su impulso.
—Thabiti Anyabwile, Pastor principal
Un librito magnífico por un misionero extraordinario al cual debo yo una deuda inmensa y personal. Vibra con la energía espiritual.
—Sinclair Ferguson, Ministro principal
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elias david hernandez castillo
12/2/2022
Rodrigo Aramayo Flores
7/5/2020