Digital Logos Edition
En 1 Corintios 13, Pablo sitúa el amor como el centro esencial de la vida en Cristo. Todos los demás dones espirituales no son nada en comparación. Pero el amor que se describe en estos versículos es absolutamente radical. En medio de las tensiones culturales de Sri Lanka, la obra pastoral de Ajith Fernando llevaba a menudo a una pregunta muy real y honesta: “¿Puede realmente ponerse en práctica la enseñanza bíblica del amor?”. La respuesta que él encontró fue un “sí” rotundo. El amor radical de Dios no solo es real, sino que es la clave para el gozo en medio del sufrimiento y del dolor de este mundo. Este libro reflexiona sobre las enseñanzas acerca del amor y comparte experiencias de la vida real en las que se ha aprendido a amar en circunstancias difíciles. Dentro de Ágora, este libro pertenece a la categoría PASTORAL Y PERSONA.
“Aunque no podemos conocer todos los motivos que hay detrás, creo que al menos uno sí que está claro: Pablo entiende que quienes predican a los demás deben antes aprender a predicarse a sí mismos.” (Page 46)
“A pesar de esto, su sed de Dios empieza a convertirse en una sed por el éxito y el reconocimiento de los demás. Aunque haya empezado trabajando por la gloria de Dios, ha caído en la trampa de la idolatría y ha empezado a buscar su propia gloria.” (Page 48)
“Cuando amamos, logramos el objetivo básico de la vida cristiana. El amor es más que un camino para llegar a un fin: es un fin en sí mismo.” (Pages 41–42)
“Los cristianos de Corinto parecen dar tanta importancia a ejercitar los dones que mostraban el poder de Dios en su vida, que empezaron a hacerlo de forma egoísta, de un modo que no demostraban tener el carácter de Dios. Pablo quiere que estos cristianos tengan las prioridades claras. En primer lugar deben ser hombres y mujeres de Dios, y solo después podrán ser agentes de su poder.” (Page 32)
“Sin duda, la Palabra de Dios tiene poder en sí misma (Hebreos 4:12) y el Espíritu Santo es el que produce convicción de pecado (Juan 16:8), pero ello no nos exime de nuestra responsabilidad que es transmitir el mensaje de Cristo de la forma más adecuada según el momento, el lugar y las circunstancias.” (Page 15)