¿Es posible lograr un balance entre estudio bíblico y aplicación práctica? ¿Cómo transmitir con sencillez, mediante la enseñanza, la predicación y el testimonio personal, la profundidad del Evangelio? ¿Podemos ser fieles a la doctrina y a la vez conmover los corazones con la verdad de Cristo?
Meditaciones sobre los Evangelios: Marcos es un libro escrito por el reconocido pastor, predicador y teólogo John Charles Ryle (1816–1900) que te ayudará a responder en forma positiva estas y otras inquietudes relacionadas al estudio del evangelio de Marcos y su relevancia para la vida y el ministerio cristiano en la actualidad.
Este recurso forma parte de la colección Meditaciones sobre los evangelio (4 vols.)
Si el mejor modo de entender la fe cristiana es leer los Evangelios, se deduce que los libros que siguen a estos por orden de importancia habrán de ser aquellos que ayuden a entender mejor su mensaje. Al advertir esta necesidad en su propia congregación, J. C. Ryle preparó sus Meditaciones sobre los evangelio, textos que se han difundido por todo el mundo durante más de un siglo sin que haya disminuido su popularidad ni su vigencia.
Las palabras claras y directas de Ryle son de gran estímulo para la lectura de la Biblia. Si bien su objetivo principal es ayudarte a conocer a Cristo, escribe de tal manera que podrás leer sus comentarios en voz alta para que otras personas también sean bendecidas. De ahí su importancia no solo para el estudio individual sino también para un enfoque comunitario, sea en grandes congregaciones, campañas evangelizadoras, cursos de discipulado o grupos pequeños.
“Las palabras ‘Hijo de Dios’ expresan más cosas a la mentalidad judía que a la nuestra. Eran nada menos que una afirmación de la divinidad de nuestro Señor. Eran una declaración de que Jesús era Dios mismo e ‘igual a Dios’ (Juan 5:18).” (Page 16)
“Aprendamos, en tercer lugar, que nuestro Señor Jesucristo, como Dios, es omnipotente.” (Page 96)
“Aprendamos, en primer lugar, que el servicio a Cristo no libra a sus siervos de las tormentas. Allí estaban los doce discípulos cumpliendo con su obligación. Seguían obedientemente a Jesús adondequiera que este fuera.” (Page 95)
“Observemos, en segundo lugar, que el comienzo del Evangelio fue un cumplimiento de la Escritura. Juan el Bautista comenzó su ministerio ‘como está escrito en Isaías el profeta’.” (Pages 16–17)
“En primer lugar, tenemos aquí un ejemplo de gran fe.” (Page 232)