Digital Logos Edition
A través de la Biblia, los seguidores de Jesús han sido ordenados a someterse. Se les ha dicho que tienen que obedecer y seguir fielmente sin titubeos. Cada vez que los cristianos pronuncian la palabra Dios, ellos hacen una declaración sutil pero profunda: Que Dios es nuestro dueño y que pertenecemos a Él. De hecho, la Biblia describe a los creyentes como sus esclavos. Hemos sido comprados a un precio y ahora vivimos para Cristo como gente de su propia posesión.
“Cristiano no era simplemente un título sino una forma completamente nueva de pensamiento, una que tenía serias implicaciones por cómo vivían, y finalmente cómo morían.” (Page 9)
“La Escritura nos describe como forasteros y extranjeros de Dios, ciudadanos del cielo y luces para el mundo. Nosotros somos herederos de Dios y coherederos con Cristo, miembros de su cuerpo, ovejas de su rebaño, embajadores a su servicio y amigos alrededor de su mesa. Se nos llama a competir como atletas, a luchar como soldados, a permanecer como ramas en una vid y hasta a desear su palabra como los niños recién nacidos anhelan la leche. Todas estas descripciones, cada una en su forma propia y única, nos ayudan a entender lo que significa ser cristiano.” (Page 12)
“La ambición personal, la realización personal, la gratificación personal, todo esto ha llegado a ser parte del lenguaje del cristianismo evangélico, y parte de lo que significa tener una «relación personal con Jesucristo». En lugar de enseñar el evangelio del Nuevo Testamento, donde se llama a los pecadores a someterse a Cristo, el mensaje contemporáneo es exactamente lo opuesto: Jesús está aquí para cumplir todos tus deseos.” (Page 15)
“A pesar de eso irónicamente, la palabra misma solo aparece tres veces en el Nuevo Testamento; dos en el libro de los Hechos y una en 1 Pedro 4:16.” (Page 12)
“cada vez que lo llamamos «Señor». Somos sus esclavos, llamados para obedecerlo y honrarlo humilde e incondicionalmente” (Page 14)
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