Digital Logos Edition
El Jesús que no puedes ignorar es un libro que recuerda la absoluta fidelidad y autoridad de la Escritura. Éste llama al lector hacia una fe verdadera, a defender la verdad bíblica cuando es atacada y el mensaje del evangelio cuando es mutilado por falsos maestros; a luchar contra el error y defender la sana doctrina aplicando la sabiduría bíblica. Se toma como principal ejemplo el conflicto de Jesús con los fariseos, el modo en que trataba a sus adversarios de manera audaz, expresando su desaprobación clara y directamente. Esta obra avanza cronológicamente por los relatos del evangelio enfatizando en cómo Jesus manejó a la élite religiosa de Israel. Incluye:
“Quiénes fueron los principales agentes de Satanás que intentaron desbaratar la obra de Él y oponerse a su enseñanza? ¿De dónde provino la principal resistencia a Cristo?» La respuesta es obvia. No fue del mundo subterráneo criminal de la cultura o de su clase baja secular. No fue de los desterrados de la sociedad: los recaudadores de impuestos, los bajos fondos, matones, prostitutas y ladrones. Por el contrario, los principales emisarios y agentes de Satanás fueron los más devotos, los más santurrones, los más respetados líderes religiosos en todo Israel, guiados en ese esfuerzo por la más estricta de todas sus principales sectas: los fariseos.” (Page 14)
“Lo que pienses de Dios automáticamente influenciará tu modo de pensar sobre todo lo demás, especialmente cómo priorizas tus valores; cómo determinas lo bueno y lo malo; y lo que piensas de tu propio lugar en el universo. Eso, a su vez, sin duda alguna determinará cómo actúes.” (Page xix)
“Además, su actitud hacia la falsa doctrina debería ser también la nuestra. No podemos querer agradar a los hombres y ser siervos de Cristo al mismo tiempo.” (Page xvii)
“La palabra fariseo con mayor probabilidad está basada en una raíz hebrea que significa «separado” (Page 5)
“Cuando Él se encontró hasta con el más flagrante de los leprosos morales (desde una mujer que vivía en adulterio en Juan 4.7–29 hasta un hombre infestado de una legión completa de demonios en Lucas 8.27–39), Jesús siempre los ministró con una notable benevolencia, sin darles ningún sermón como reprimenda ni cortantes reproches.” (Page 1)